Adopta un enfoque divertido e imparte consejos como:
- Financieramente hablando, “medio” está bien; diviértete de forma temeraria (vete a comprar bolsos a Japón) pero con el 5% de tu dinero.
- Pregúntate: ¿cuál es tu mayor secreto financiero? No mirar la tarjeta de crédito o el extracto bancario es uno de los más comunes (muchas mujeres no saben lo que pasa con sus finanzas personales). Ten una cita contigo el último día de cada mes. Devuelve los paquetes y fija objetivos para el mes siguiente.
- La transparencia financiera en tu grupo de amigos es uno de los mayores regalos que podéis haceros los unos a los otros.
Sacks vio un hueco en el mercado: “Los baby boomers no reciben buen asesoramiento financiero y los millennials, por tanto, sufren de malos o ningún consejo”. La omnisciencia de las redes sociales, y especialmente de plataformas como Instagram y TikTok, está facilitando este tipo de actividades creativas y dando voz a las mujeres en las finanzas.
Krista Philips, vicepresidenta Ejecutiva y directora de Tarjetas de Crédito al Consumo y Marketing de Wells Fargo, también aconseja encarecidamente a las mujeres que “tengan una relación transparente con su dinero”, y añade: “El gasto es elevado en todos los ámbitos. Esperamos que la inflación baje, pero mientras tanto, sé sincera contigo misma”.
“Busca una cuenta de ahorro de alto rendimiento: no tengas tu dinero ahí parado”, añade Jones-Cooper. “Prueba la aplicación Mint. Solo ver tu presupuesto puede cambiar tu relación con el dinero”.
No arreglemos a las mujeres, arreglemos el sistema
Todavía hay demasiada gente que tiene miedo cuando invierte en mujeres. Un ejemplo destacado es el hecho de que las mujeres negras son el grupo de empresarias que crece más rápidamente y, sin embargo, se concede financiación a menos del 1%.
Jones-Cooper cree que esto se debe en parte al temor de: “Pero ¿y si fracasan? Será un reflejo de que las mujeres no pueden hacerlo”. Las mujeres no están fracasando, insiste, y añade: “Necesitamos educación financiera; sólo es obligatoria en 22 Estados de EE.UU. y Nueva York no es uno de ellos. Me parece criminal cuando tenemos Wall Street en el centro de la ciudad”.
Hay otras actitudes negativas que proliferan en la sociedad y frenan lo que podría ser un ritmo aún más rápido de empoderamiento de la mujer: “Dejemos de enfrentar a las mujeres entre sí en el mundo empresarial”, dice Philips.
Shelley Zalis, directora general de The Female Quotient, destaca la omnipresencia del síndrome del impostor. Pero, dice: “Tenemos que dejar de arreglar a las mujeres y empezar a arreglar el sistema”. Necesitamos una actitud de “liderazgo consciente”, añade. “No decimos ‘aliados masculinos’, decimos ‘aliados del liderazgo’. Se trata de hombres y mujeres juntos en esto. No se trata de quitar poder a los hombres para dárselo a las mujeres. Todos tenemos que evolucionar”.