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Competitiveness

¿Qué significa para las empresas el conflicto entre Israel y Hamás?

Published November 9, 2023 in Competitiveness • 8 min read

En medio de una situación compleja y plagada de incertidumbres, las empresas deben sopesar el riesgo político junto con las oportunidades económicas.

En un panorama mundial tumultuoso, el terrible conflicto violento entre Israel y Hamás no sólo es una crisis humanitaria inmediata y acuciante, sino también un reto para los líderes empresariales, ya que afecta a la región y a la economía mundial en general. Es necesario adoptar un enfoque resiliente para que las organizaciones puedan sortear estas turbulencias y minimicen las posibles repercusiones negativas en sus operaciones.

La comunidad internacional ya estaba lidiando con una miríada de factores económicos adversos: la inflación persistente, la ralentización económica de China y las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China. Muchas empresas estaban reevaluando sus cadenas de suministro, haciéndolas más regionales y diversificadas. Pero estos ajustes han tenido un coste y, al mismo tiempo, la demanda de bienes y servicios se ha debilitado en muchas partes del mundo.

Aunque el mundo debería centrarse en las víctimas -las víctimas israelíes del atroz ataque terrorista de Hamás y los numerosos civiles palestinos que sufren la respuesta militar de Israel- y en los esfuerzos por poner fin a la violencia lo antes posible, está claro que el conflicto exacerba los retos macroeconómicos preexistentes. Plantea serias preocupaciones sobre la estabilidad de los mercados energéticos, como ejemplifica la subida de los precios del petróleo a más de 90 dólares por barril debido al temor a un posible ataque terrestre contra Gaza.

Además, existe la posibilidad de que la crisis se amplíe y atraiga a otros grupos y naciones a su vorágine. En respuesta, Estados Unidos ha tomado medidas de precaución desplegando dos grupos de portaaviones de ataque en el Mediterráneo oriental, lo que subraya el grado de  preocupación por las repercusiones del conflicto.

Aunque el frente de batalla principal sigue siendo entre Israel y Hamás, el conflicto está rodeado de una compleja red geopolítica interconectada. Crece la preocupación por la posible implicación de otros países, entre los que destaca Irán. Diplomáticos y analistas temen que el conflicto se extienda y atraiga a Hezbolá, grupo militante libanés respaldado por Irán. Esta escalada podría abrir un segundo frente en el norte de Israel. Hezbolá está considerado mucho más poderoso que Hamás; su arsenal de misiles teledirigidos suministrados por Irán puede atacar con precisión en el interior del país, amenazando edificios gubernamentales en Jerusalén, centros de negocios en Tel Aviv e instalaciones militares.

En este entorno intrincado y altamente político, las empresas con operaciones o afiliaciones en la región se enfrentan a importantes consideraciones éticas y humanitarias. En lugar de ver este conflicto de larga duración y profundamente arraigado en términos binarios (es decir, tomando partido), será importante que los líderes empresariales muestren compasión por las víctimas inocentes de ambos lados. 

En un conflicto que dura casi un siglo, hay demasiadas víctimas para contarlas y nadie puede alegar inocencia. En lugar de apresurarse a emitir juicios sobre esta última y horrible escalada, sería mejor para los líderes empresariales centrarse en abogar por la paz, la estabilidad y la protección de la dignidad humana. También deben mantener abiertas las líneas de comunicación con sus empleados y colegas de la región para garantizar su seguridad y la continuidad de las operaciones comerciales.

El compromiso con la seguridad de los empleados es evidente en las acciones del gigante tecnológico mundial Google, que tiene dos oficinas y 2.000 empleados en Israel. La empresa ha puesto en marcha medidas como el contacto directo con los empleados locales y la difusión de información fiable y precisa a través de sus productos. Además, Google ha estado compartiendo observaciones de ciberactividad con expertos para mejorar la seguridad.

raises serious concerns about the stability of energy markets
El conflicto entre Israel y Hamás plantea serias dudas sobre la estabilidad de los mercados energéticos.

En el caso de las compañías que han decidido pronunciarse sobre la reciente violencia, sus declaraciones han expresado en general su apoyo a Israel, al tiempo que condenaban a Hamás, a la que muchos países han designado organización terrorista. Microsoft, JP Morgan y Citigroup son algunas de las empresas que han hecho declaraciones, cuyos mensajes expresan principalmente sus condolencias por los afectados por el conflicto.

“Desconsolado por los horribles ataques terroristas en Israel y la escalada del conflicto”, ha declarado Satya Nadella, director general de Microsoft. “Mi más sentido pésame para todos los muertos y afectados. Nuestro objetivo sigue siendo garantizar la seguridad de nuestros empleados y sus familias.”

Sin embargo, ampliar la condena del terror de Hamás a un apoyo generalizado a Israel es una propuesta arriesgada para los directores generales. Analistas de seguridad y dirigentes de organizaciones humanitarias, incluidos portavoces de la ONU, han advertido de que una ofensiva terrestre podría provocar un sufrimiento incalculable. La simpatía por la difícil situación del pueblo palestino se extiende mucho más allá de la región. Las encuestas de opinión sugieren que los empleados, clientes e inversores de muchas empresas mundiales rechazan las valoraciones en blanco y negro o los esfuerzos por equiparar a Hamás con los civiles de Gaza o Cisjordania. 

Impacto económico

Las lecciones aprendidas de anteriores conflictos en Oriente Próximo son valiosas para las empresas que quieran adaptarse y afrontar eficazmente por la situación actual. Los conflictos históricos en la región han tenido importantes ramificaciones económicas globales, principalmente debido a su papel fundamental en la producción y el comercio mundial de energía.

Los conflictos pasados en Irak, Yemen y Siria interrumpieron la producción de petróleo y provocaron subidas de los precios de las materias primas. Estas fluctuaciones de precios afectaron a su vez a los costes de transporte, fabricación y energía en todo el mundo, contribuyendo a la inflación y la incertidumbre económica.

Además, Oriente Medio alberga puntos de estrangulamiento marítimos vitales, como el estrecho de Ormuz, que son fundamentales para el comercio mundial, especialmente para el transporte de petróleo y gas. Las amenazas a estas vías navegables estratégicas pueden interrumpir el comercio mundial, aumentar los costes de transporte y retrasar las cadenas de suministro.

La violencia inesperada y la amenaza de un conflicto más amplio en la región es otro recordatorio para que los líderes empresariales den prioridad a las consideraciones políticas junto con las oportunidades económicas. La naturaleza interconectada de la economía mundial exige ser muy conscientes de cómo las perturbaciones significativas en regiones como Oriente Medio pueden repercutir en todo el mundo.

En respuesta, las empresas deben mantenerse informadas sobre la evolución del conflicto de Israel y su posible impacto en sus operaciones. Esto implica seguir la evolución política, de seguridad y económica de la región. La agencia de análisis Moody’s, por ejemplo, ya ha advertido que podría rebajar la calificación crediticia de Israel, sugiriendo que el conflicto podría durar algún tiempo y agotar los recursos del país.

Además, las empresas deben llevar a cabo evaluaciones de riesgo exhaustivas, evaluando las posibles amenazas para sus empleados, activos y cadenas de suministro, teniendo en cuenta los riesgos a corto y largo plazo. Aunque muchas empresas están presentes en Oriente Medio en diversos sectores, como el petróleo y el gas, la tecnología, las finanzas y la construcción, es vital adoptar un enfoque prudente de “esperar y ver” a la hora de contemplar nuevas inversiones en la región. Esto podría implicar reorientar las inversiones hacia otras regiones o sectores menos susceptibles a la inestabilidad geopolítica.

Microsoft is among the companies that have offered statements, with their messages primarily expressing condolences for those affected by the conflict
Microsoft se encuentra entre las empresas que han realizado declaraciones, cuyos mensajes expresan principalmente sus condolencias por los afectados por el conflicto.

Además, las empresas deben considerar la posibilidad de diversificar sus inversiones y su huella operativa en diferentes regiones, incluido Oriente Medio, para minimizar la exposición a los riesgos políticos, económicos y de seguridad en un solo lugar. La diversificación no sólo garantiza la continuidad de las actividades, sino que también amortigua las perturbaciones regionales.

Un enfoque emergente, el “nearshoring“, anima a las empresas a localizar las actividades de fabricación y aprovisionamiento más cerca de sus mercados primarios, reduciendo la vulnerabilidad a las tensiones y conflictos geopolíticos, al tiempo que ofrece ventajas logísticas y tiempos de respuesta más rápidos a las demandas del mercado. Al mismo tiempo, las empresas se dedican cada vez más al “friendshoring“, es decir, a dar prioridad a las inversiones en países con menos probabilidades de verse afectados por disputas políticas bilaterales.

Además, las empresas deberían explorar el potencial de centros empresariales alternativos en regiones conocidas por su estabilidad política. Si bien Israel es un buen ejemplo de innovación y emprendimiento, ya que ha dado lugar a empresas como Waze, Mobileye y Check Point, los centros emergentes de otras partes del mundo, como Estonia o Ruanda, ofrecen oportunidades potenciales de expansión y colaboración. Al establecer su presencia en estas zonas, las empresas pueden aprovechar la estabilidad política para impulsar la innovación, atraer talento y acceder a nuevos mercados.

A largo plazo, es esencial abordar la cuestión fundamental de la dependencia de los combustibles fósiles en regiones geopolíticamente inestables como Oriente Medio. La reducción de la dependencia de los combustibles fósiles y la transición a fuentes de energía renovables pueden disminuir significativamente la vulnerabilidad a las turbulencias de los mercados energéticos mundiales.

Este cambio estratégico no sólo refuerza la seguridad energética, sino que también contribuye a la sostenibilidad medioambiental, fomentando una mayor estabilidad en los mercados energéticos y en la economía mundial. Estas medidas harán que las empresas sean más resistentes no sólo ante posibles conflictos futuros en los que estén implicados Israel y sus vecinos, sino también ante un mundo cada vez más turbulento e inestable.

Autores

David Bach

David Bach

Catedrático de Estrategia y Economía Política

Experto en estrategia y economía política, David Bach ocupa la Cátedra Rio Tinto de Stakeholder Engagement en el IMD. A través de su premiada labor docente y literaria, Bach ayuda a directivos y altos ejecutivos a desarrollar una visión estratégica del nexo entre empresa y política.

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